miércoles, 7 de noviembre de 2007

Quién es más feliz ¿ quién cree en el mito o en la razón?

Para mucha gente esta pregunta será muy evidente, pero no lo es. Nunca nos hemos hecho la pregunta, tan simple de: ¿ qué es la felicidad?
Si alguna vez alguien se lo a preguntado, seguro, que diría algo conforme que para él es estar feliz, Pero realmente no se está contestando a lo que realmente dice la pregunta.

Volvamos al tema en si: quién es más feliz, ¿el creer en un mito o en la razón?

Si pensásemos que fuese quien cree en el mito, podemos decir que es una persona que le encanta la fantasía y que para él su vida es como un juego. Digo esto, porque los mitos son hechos fantásticos, con nombres y acciones reales, por eso lo de persona muy fantástica. Pero por otra parte es simbólico, explica algo que ha sucedido en el mundo y es analógico. A todo esto, podemos reindicarnos y decir que esa persona le gusta mirar las cosas desde diferentes puntos, ver las cosas con un poco más de gracia y conseguir enfocar su mente hacia otras ideas, para desconectar con la realidad.

Por otro lado, cabe la posibilidad, de que se crea que es más feliz quién crea en la razón. Aquí podemos hablar de alguien realista, que le gusta las cosas claras, sin rodeos y mira siempre en el presente y nunca en un futuro o en un pasado. Nos ceñimos a que la razón, siempre no enseña y nos demuestra como allegado al resultado de algo, mediante varias fórmulas, experimentos. No les gusta decir un sí o un no, hasta no llegar a las pruebas que digan lo que realmente es.

Por último, personalmente creo, que todo el mundo tiene un poco de cada campo. Siempre nos gusta jugar con la imaginación, inventándonos cuentos a los que ponemos nombres de gente que apreciamos, y encomendarles una tarea determinada como por ejemplo que salven a la princesa, que maten a los monstruos que impiden que la gente pueda ser feliz.. todo ese tipo de cosas que desde pequeños se nos da tan bien. Pero a raíz de que pasa el tiempo, dejamos a un lado esa etapa y empezamos a pensar las cosas, si son buenas si son malas, el porque de todo, y a dar respuestas que aunque para los demás no sean correctas, para uno mismo le sirve y sabe defender su opinión ante otros argumentos.